Para la vida, conocer es siempre recordar y
toda
ignorancia aparece en forma de olvido
María
Zambrano
Ahora
no sé cuándo fue la primera vez que vi a Cristina Peri Rossi en persona, si fue en la presentación de una de esas revistas de target
chicas a las que le gustan las chicas para el amor cortés -ya desaparecida y sin nombre- o si fue
cuando acompañé a Miguel Gila a la Universidad de Barcelona dentro
de unas jornadas que organizaba el Aula de Poesia allá por finales de los noventa, principios de los cero, que tuvieron a
Cristina Peri Rossi como introductora de excepción a la ventana
poética, y tan desconocida, del genio del humor. Pero sí sé cuando
nos encontramos por primera vez: fue en Estado de Exilio, uno de sus libros de poemas.
Desde entonces le sigo la pista a sus versos, a sus poemas, a sus
historias, a su magistral manera de retratar cómo ve el mundo y sus
alrededores e, incluso de modo anónimo, a su persona. Y lo que más me gusta de Cristina Peri Rossi, sin lugar
a dudas, es su acerado sentido del humor. Alguno de sus poemarios me
ha hecho reír tanto que no he tenido más remedio que compartirlo en voz alta con alguna amiga para reír en compañía, que siempre es más
placentero, más bonito.
Dicen
que plagiar es de mediocres y robar de artistas. Hace tanto que robo
que debo ser artista. Aunque lo que suelo hacer es tunear. Y en mi
solo unplugged Soy lo que estás buscando siempre digo su nombre y
los versos que me inspiraron el pensapoamiento La insensatez de ser
feliz: Solo los insensatos -o los no nacidos- son felices sin temor.
Ahora que acabo de realizar temporada en el sala pequeña del Gaudí, me decidí a buscar seriamente a esta gran escritora antes de que el
destino nos separe sin opción. Y la encontré al otro lado de la pantalla. Y me encantó. Y me invitó a asistir a
una charla sobre su amistad con Julio Cortázar el martes pasado en
'La Capilla' de la Universitat de Barcelona -de nuevo la Universitat
de Barcelona- dentro del marco de una jornada dedicada al cien cumpleaños del maestro argentino. Hablo en presente porque creo
que no está muerto, solo en otra dimensión, en la que sigue
escribiendo para que cuando lleguemos tengamos algo en lo que
entretenernos, para que no nos aburramos con el rollazo de la
eternidad. Seguramente, dada su generosidad, está escribiendo un libro de instrucciones imprescindibles para sobrevivir a la muerte con dignidad, en un idioma puente que todo el mundo entienda. Para cronopios, famas y otros seres debajo de la escalera.
El caso es que llegué tarde y la puerta estaba cerrada y me hacía una ilusión enorme saludar y deleitarme con los recuerdos de Cristina Peri Rossi. Pero en un caballete, delante de la puerta y a modo de advertencia, un cartel: se ruega no entrar una vez comenzado el acto. Y claro, yo quería las dos cosas. Estrecharle la mano a Peri Rossi y escuchar el relato de su amistad con Cortázar.
3 comentarios:
Cristina Peri Rossi ha sido para mi una poeta a la que siempre regreso cuando necesito inspiración pero sobre todo coraje para hablar sinceramente de lo que siento cuando escribo. Gracias por compartir tu experiencia. No la conozco pero la conozco. Mil gracias.
Cristina Peri Rossi es una poeta a la que siempre regreso por inspiración, pero sobre todo cuando me falta el coraje para escribir desnudándome. Aunque no la conozco en persona la conozco desnuda en palabras. Mil gracias por compartirla hoy. Esperamos el resto de tu relato.
Adriana, la continuación viene de camino :-) Gracias por compartir también tú tus experiencias en este blog. ¡Saludos cordiales!
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